Según la OMS, la falta de higiene está descrita como uno de los principales factores de riesgo para la adquisición de enfermedades infecciosas. Si esto lo situamos en un contexto como es el uso de baños públicos, es fácil entender que el uso de un baño público sea una experiencia bastante desagradable y que todo tipo de ideas de contagio se nos vengan a la cabeza, pensado que las condiciones de limpieza necesarias quizá no sean las más adecuadas.
Además, según un estudio publicado por la Sociedad Americana de Microbiología, la asepsia de las superficies del baño tras la desinfección sólo dura unas pocas horas, estando igual de colonizada por microorganismos sólo cinco horas después de la limpieza con lejía. Así pues, los patógenos son capaces de colonizar fácilmente las superficies del baño.
La protección con tecnología antibacteriana permitiría proteger a los baños públicos contra los microorganismos patógenos, pero actualmente no todas las instalaciones públicas han comenzado a emplear estas soluciones.
Así pues, es importante conocer lo que se puede hacer para evitar infecciones relacionadas con el uso de los baños públicos:
- Elige el inodoro más limpio. Comprueba siempre la limpieza del inodoro antes de entrar. Curiosamente, existe un estudio que revela que el cubículo más cercano a la puerta de entrada suele ser el más limpio del baño público.
- No dejes ninguna pertenencia en el suelo del baño. Cuelga el bolso o abrigo en el gancho de detrás de la puerta.
- Utiliza papel higiénico para abrir la tapa del baño. La clave para evitar los gérmenes en los baños públicos es mantener las manos protegidas en todo momento.
- Evita sentarte en la taza. Limpiar la taza con papel no garantiza la eliminación de gérmenes de la taza del inodoro.
- Baje la tapa del váter antes de tirar de la cadena. Las claves de la dispersión bacteriana en los baños parece ser la descarga del agua de la cisterna sin cerrar la tapa, ya que ocurre como si un aerosol dispersara bacterias fecales por doquier.
- No tires de la cadena con las manos desnudas. Las manos son el mayor vehículo de transmisión de bacterias fecales.
- ¡Lávate las manos! Lavarse las manos es la parte más importante de usar un baño público. Un lavado a fondo ayuda a eliminar los gérmenes que recoges a lo largo del camino y evita la transmisión de los mismos.
- Garantiza tu protección personal utilizando el Protector Antimicrobiano 24h de BactiBlock®. Rocía la superficie con el producto, déjalo actuar unos minutos y sécalo con una toallita limpia para garantizar una superficie libre de bacterias, virus y hongos durante tu estancia en el baño público.
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